Brújulas

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Hay personas que mejor perderlas que encontrarlas
pero hay otras personas mejores: aquellas que cuando uno las encuentra, se pierde.
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"Big Crunch"

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Anteayer me golpeé la cabeza con una ventana y me hice un chichón importante.
Ayer, una señora me llevó por delante, me hizo track! la muñeca derecha y tipear se convirtió en una proeza.
Hoy, mi portera estaba limpiando el piso y fiuuuuuuuuuuuu resbalón y el elongador automático de la pierna falló.

¿Me parece o el mundo se está achicando y nos está llevando puestos?
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De volver

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¿A quién le susurrará mi nombre Neruda?
¿Qué historias estará contando Mario Benedetti?
¿Seguirá siendo ese niño tierno José Mauro de Vasconcelos?
¿Cuántas vueltas al mundo irá dando Julio?

Me gusta imaginarlos en un limbo, flotando eternamente en mi recuerdo.
Mis queridos libros prestados y nunca devueltos.
Mis pobres libros agenciados por personas ingratas y olvidadizas.

Ojalá que un día todos los libros ajenos del mundo conviertan sus hojas en dientes y ajusticien a sus tenedores, sin miramientos.
Y corra la sangre de la justicia literaria.
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Desde el andén otra vez

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Naty, Tonga.
Dos meses después, una nueva despedida.
Dos rayitas más para marcar en el corazón.

Me estoy poniendo vieja.
Los voy a extrañar profundamente.
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Por tiiiiii, lo hice por tí..!

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"Yo voy a hablar con Binner y el radicalismo, queremos dar el paso para ampliar y juntar a la oposición tal como lo ha pedido el pueblo. Yo escuché lo que pidió Alfonsín, quise darle eso, mostrárselo, a una persona que amé y con quien tuve enormes diferencias; es para él"

http://www.compactodenoticias.com.ar/nota.php?id=30368


Tambien podría haber dicho "El señor me iluminó el camino hacia el comité más cercano y vi la gloria" o "Alfonsín me habló en sueños en una lengua muerta" o "El parto doloroso terminó, estamos pariendo a la nueva coalición cívica democrática de Foucault (vigilar y castigar)"

Lo atamos con alambre señor...otra vez.
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En mi próxima vida

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Quiero ser Maradona.
Y mandar a la m$#&@ a mis jefes y sus directivas, y que todo me chupe un huevo.
Tener dos parejas, una de respuesto.
Engordar como una vaca y después ensartarme un cinturón gástrico.
Mandar fruta a los cuatro vientos y seguir siendo una capa.
Tener un programa de tv a todo C&%0, invitar a mis amigos, tomar mi champán y cagarme de risa en vivo.
Evadir al fisco en Europa.
Que me reconozcan hasta en Japón.
Que me quieran hasta los de river.

Ah, la dolce vita....
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Caen mis acciones en la bolsa.

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Gula.
Excesos invernales.
Verano.
Sube el riesgo país.
Hay que probarse la ropa del verano anterior.

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...dale una mano al manco

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Hay pocas cosas que me pongan de peor humor que un compañero de trabajo solícito a prestar ayudan aunque una no la pida.

Me dan ganas de ponerle un collar y atarlo a soga en algún rincón oscuro de la oficina.
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Paranoia

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Me encuentro leyendo "Nadie vio Matrix" del genial Walter Graziano** desde hace un tiempo ya. La trama es intensa, al igual que el ritmo con el que estoy encarando su lectura.

Generalmente a la mañana tomo el libro de turno para despabilarme y entretenerme. Lo ojeo en el desayuno, lo continúo mientras espero el ascensor, le pongo pausa en la vereda y lo retomo en el subte.

La cuestión es que un día de la semana pasada me choqué en la vereda a un sujeto de traje y anteojos de sol, igualito al Agente Smith. Que entró al subte al lado mío. Sacó la monedero igual que yo, entró por el molinete contiguo al mío, bajó por la escalera mecánica, tan solo a unos escalones de distancia, entró en el subte por la misma puerta que yo y bajó en la misma estación también.

Obviamente pausé la lectura del libro.
Obviamente me despabilé automáticamente y caminé (corri-troté) las cuadras subsiguientes.

Y ese fue el único día que llegué verdaderamente puntual a la oficina.


**Leer "Hitler ganó la guerra", imprescindible, del mismo autor.
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Delicias de la gran ciudad

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Alguna vez creí que el sonido era de grillos y me explicaron que se trataba de murciélagos que duermen en los recovecos de las ventanas. Me emocioné al pedo en ese entonces.
Pero anoche escuché el canto de uno de verdad.
De esos que traen el sonido de verdes paisajes, de orillas de río, de atardeceres de mi infancia.


Cada vez quiero más a Buenos Aires y los planes b de sus alegorías.
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