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Me encuentro leyendo "Nadie vio Matrix" del genial Walter Graziano** desde hace un tiempo ya. La trama es intensa, al igual que el ritmo con el que estoy encarando su lectura.
Generalmente a la mañana tomo el libro de turno para despabilarme y entretenerme. Lo ojeo en el desayuno, lo continúo mientras espero el ascensor, le pongo pausa en la vereda y lo retomo en el subte.
La cuestión es que un día de la semana pasada me choqué en la vereda a un sujeto de traje y anteojos de sol, igualito al Agente Smith. Que entró al subte al lado mío. Sacó la monedero igual que yo, entró por el molinete contiguo al mío, bajó por la escalera mecánica, tan solo a unos escalones de distancia, entró en el subte por la misma puerta que yo y bajó en la misma estación también.
Obviamente pausé la lectura del libro.
Obviamente me despabilé automáticamente y caminé (corri-troté) las cuadras subsiguientes.
Y ese fue el único día que llegué verdaderamente puntual a la oficina.
**Leer "Hitler ganó la guerra", imprescindible, del mismo autor.
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6.11.08
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3 comentarios:
¡Mr. Anderson!
oh, yes, yes.
Quién carajo será Mr. Smith?
Le tengo ganas a ese libro desde hace un tiempo sólo por el nombre. Todo, TODO lo que tenga que ver con esa película (que es una experiencia inevitable) merece ser leído. Yo la relaciono imperativamente con Las Ruinas Circulares, de hecho esa iba a ser mi tesis de grado, pero bueno...
Sigo tu consejo y lo leo.
Besos!
L.
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